La nueva normalidad post COVID-19 ha sido un catalizador para el cambio inmediato y a largo plazo en la gestión de los despachos de abogados. Los abogados deben evaluar sus prioridades y centrarse en lo más importante para asegurarse de alcanzar sus objetivos.
Los cambios normativos y el aumento de la carga de trabajo han dado lugar a una necesidad creciente de lograr mayor productividad y eficiencia. Como abogado, debes gestionar bien tu tiempo y priorizar tareas en función de la urgencia y la importancia para no incumplir ningún plazo.
Se ha producido un cambio drástico en el funcionamiento de los despachos jurídicos, y los abogados deben poder acceder a la información que necesitan y trabajar eficientemente desde cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier dispositivo y cumplir las expectativas de los clientes.
La necesidad cada vez mayor de movilidad ha sido crucial a la hora de impulsar el cambio en los despachos de abogados. Estos deben implantar procesos innovadores que les permitan gestionar sus casos, colaborar en tiempo real con socios y clientes y trabajar en el entorno más seguro.
