Principales conclusiones
Pese a que está claro que la crisis de la COVID tendrá un impacto a largo plazo en el panorama jurídico, para muchos despachos de abogados aún es demasiado pronto para conocer su alcance. En toda Europa, un 31 % de los despachos de abogados afirma que es demasiado pronto para evaluar el panorama empresarial para el próximo año. Mientras que un 19 % no espera cambios en su negocio, el 37 % de los encuestados sí espera una caída y el 13 %, un aumento. Muchos despachos albergan dudas sobre cuándo volverán a niveles pre-COVID, y un 45 % afirma no saber cuándo sucederá esto. Mientras tanto, un 43 % espera una vuelta a la normalidad para mediados de 2021 o antes.
De modo generalizado, los encuestados indican que la crisis de la COVID afectará a la forma de trabajar de los profesionales jurídicos en los despachos de abogados. Tras la crisis, los profesionales esperan trabajar cada vez más en un entorno virtual. La mayoría afirma: que trabajará más tiempo desde casa en el futuro (52 %); que colaborará cada vez más de forma remota con compañeros y terceros de ahora en adelante (62 %); que mejorará su forma de comunicarse virtual y digitalmente con los clientes (66 %) y que espera un aumento de las vistas remotas y virtuales como nueva forma de interactuar con los jueces (41 %).
Con esta nueva manera de trabajar y preparando el terreno para el futuro, indicadores tempranos muestran que los despachos de abogados están dando pasos (con mucha cautela) para gestionar su negocio al tiempo que planean reforzar sus aptitudes para el futuro.
La crisis de la COVID solidificó e incluso aceleró la importancia de las soluciones tecnológicas, incluidas las soluciones de tecnología jurídica, para la continuidad empresarial y la atención al cliente. La mayoría de los despachos de abogados (56 %) afirma que su necesidad de este tipo de soluciones ha aumentado como resultado de la crisis, y el 66 % comenta que su inversión en soluciones jurídicas se mantendrá o aumentará de ahora en adelante. En un momento en el que los profesionales jurídicos exploran un panorama completamente nuevo, queda patente que el uso de la tecnología es ahora más importante que nunca y fundamental para mejorar las relaciones, el rendimiento y la productividad.