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Legal15 julio, 2024

Gestión de riesgos jurídicos - ¿Cómo puede ayudar la tecnología legal?

En el cambiante entorno actual, los departamentos jurídicos de las empresas se enfrentan a toda una serie de retos para gestionar eficazmente los riesgos.

Los riesgos jurídicos, desde el incumplimiento de las obligaciones normativas y contractuales hasta litigios relacionados con la propiedad intelectual y la protección de datos o lagunas en la gestión corporativa, pueden tener graves repercusiones para las empresas. 

Entonces, ¿qué es el riesgo jurídico? 

El riesgo jurídico se refiere a la posibilidad de incurrir en pérdidas debido a procedimientos judiciales o sanciones. Puede surgir de diversas fuentes, como el incumplimiento de obligaciones contractuales o leyes y normativas, o litigios sobre derechos de propiedad intelectual.

En muchos países, la evaluación de los riesgos no sólo es recomendable, sino que es un requisito legal. Las empresas están obligadas a realizar evaluaciones de riesgos para asegurarse de que se ajustan a la normativa específica del sector y a las leyes de protección de datos. No hacerlo puede acarrear graves sanciones, incluidas multas y daños a la reputación.

Los métodos tradicionales resultan insuficientes a la hora de gestionar estos riesgos debido a su carácter manual y a la complejidad del contexto actual. Aquí es donde la tecnología puede cambiarlo todo.

  1. Tipos de tecnología legal para gestionar el riesgo jurídico:
    • Software de gestión jurídica: Los modernos programas informáticos de gestión jurídica ofrecen una plataforma para gestionar de forma centralizada todas las cuestiones jurídicas.  Este tipo de software permite consolidar documentos, supervisar cuestiones de compliance y gestionar contratos, reduciendo así el riesgo de errores y omisiones. Por ejemplo, Legisway ofrece soluciones integrales para la gestión de datos jurídicos, lo que mejora la visibilidad y el control del riesgo legal.
    • Inteligencia artificial (IA) y automatización: Las herramientas basadas en IA pueden automatizar tareas rutinarias como el análisis de contratos o las comprobaciones de compliance. Estas herramientas no sólo ahorran tiempo, sino que también mejoran la precisión al reducir los errores humanos. La IA puede analizar grandes cantidades de datos para identificar cláusulas de riesgo en los contratos o predecir posibles problemas legales basándose en datos históricos.
    • Análisis de datos: Las plataformas de análisis de datos ofrecen una visión predictiva de los riesgos jurídicos, ayudando a las organizaciones a prever y mitigar posibles problemas antes de que vayan a más. Al identificar tendencias y patrones en los datos jurídicos, estas herramientas permiten llevar a cabo una gestión proactiva de los riesgos. Por ejemplo, el análisis predictivo puede prever las tendencias de los litigios de cara a tomar decisiones estratégicas.
  2. Implementación y mejores prácticas
    La integración de la tecnología en la gestión del riesgo jurídico pasa por varias etapas:

    Evaluar los procesos de trabajo actuales: Evaluar los procesos existentes para identificar las áreas en las que la tecnología puede aportar valor.
    Seleccionar las herramientas adecuadas: Elegir soluciones tecnológicas que se ajusten a las necesidades y objetivos específicos del departamento jurídico.
    Integración fluida: Asegurarse de que las herramientas seleccionadas se integran sin problemas con los sistemas existentes.
    Formación y adopción: Impartir formación exhaustiva a la plantilla del departamento para garantizar que dominan el uso de las nuevas herramientas. Para que la implantación se lleve a cabo con éxito, es necesario prestar apoyo y recibir feedback de manera continua.

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