Antes, lo normal era subcontratar los servicios jurídicos y construir una relación con los abogados externos. Ahora, los departamentos legales corporativos están captando cada vez más trabajo internamente para optimizar sus procesos y operaciones.
¿Qué factores están impulsando esta reasignación?
Anteriormente, las organizaciones eran más pequeñas y los departamentos jurídicos se ocupaban de un limitado volumen de asuntos legales. Hoy en día, las empresas son mucho más grandes y sus equipos jurídicos deben lidiar con un volumen mucho mayor de asuntos legales que, además, presentan nuevos desafíos. Por si fuera poco, la tecnología y los últimos avances permiten a los profesionales jurídicos automatizar y acelerar la mayoría de las tareas repetitivas que antes consumían mucho tiempo, por lo que la opción de asumir internamente cargas de trabajo se vuelve cada vez más atractiva.
Es interesante destacar que, según el estudio de EY y el Centro de la Escuela de Derecho de Harvard 2021, «el 59 % de los directores jurídicos opina que la tecnología ofrece un potencial significativo o muy significativo para la reducción de costes, muy por delante de cualquier otra oportunidad».
La internalización de actividades por parte de los departamentos jurídicos
La internalización del trabajo jurídico se ha convertido en una tendencia destacada en los últimos tiempos, también debido a las crecientes presiones de costes a las que se enfrentan los departamentos. Dados los estrictos presupuestos legales y los crecientes costes asociados con los servicios de subcontratación, huelga decir que los abogados en plantilla deben reducir los costes de asesoría externa y asumir internamente el trabajo. De hecho, el 88 % de los departamentos jurídicos tiene previsto reducir el coste total de sus funciones a lo largo de los próximos tres años, según EY.
En este contexto, los bufetes de abogados ahora deben competir en múltiples frentes para demostrar su rentabilidad y capacidad tecnológica con el objeto de ganarse la confianza de los profesionales jurídicos. Dado que el departamento jurídico debe optimizar y justificar sus costes ante la Junta Directiva, deposita mayores expectativas en los bufetes de abogados en términos de costes, eficiencia y tecnología para satisfacer sus necesidades cambiantes, generando un mercado más competitivo entre dichos bufetes.
Según la encuesta Future Ready Lawyer 2022 de Wolters Kluwer, el 84 % de los departamentos jurídicos de empresa afirma que se han vuelto más selectivos con respecto al bufete de abogados con el que operan
Además, el 90 % de los departamentos jurídicos afirma tener problemas al gestionar abogados externos, especialmente en relación a las pautas, recursos, capacidad para gestionar muchos proveedores y, por último, falta de datos y KPI.
Los departamentos jurídicos también se aseguran de que sus bufetes de abogados externos estén al día de las últimas herramientas jurídicas. De hecho, el 91 % de los departamentos jurídicos espera de sus despachos de abogados que, en un plazo máximo de tres años, se pongan a la altura en tecnología.
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