La jornada laboral de 37,5 horas semanales promete convertirse en una realidad gracias al gobierno de coalición entre PSOE y Sumar, cuyo pacto incluye, entre otras medidas en materia laboral, la reducción de la jornada laboral máxima legal. Te contamos los detalles de la futura jornada laboral de 37,5 horas semanales, y cuándo y cómo podría comenzar a aplicarse.
- La jornada laboral de 37,5 horas semanales
- ¿Cuándo entra en vigor la jornada laboral de 37,5 horas semanales?
- ¿Cuándo se concedió la jornada de 40 horas semanales?
- Soluciones para la gestión de la jornada laboral de 37,5 horas semanales
La jornada laboral de 37,5 horas semanales
Una de las promesas electorales a las que previsiblemente se dará cumplimiento a raíz de la formación del nuevo Gobierno de PSOE y Sumar consiste en la reducción de la jornada laboral máxima legal desde las 40 hasta las 37,5 horas trabajadas semanales.
A falta de conocer los detalles de la futura regulación, existen ciertos puntos ya definidos en el pacto entre ambas fuerzas políticas que, salvo cambios de última hora, irán incluidos en esta medida. Son los siguientes:
- Esta reducción de la jornada laboral máxima semanal no implicará una reducción salarial. Por tanto, los trabajadores cobrarán el mismo sueldo trabajando 2,5 horas menos. Sin embargo, sí aumentará el valor de la hora trabajada.
- La reducción de jornada semanal generalizada tampoco afectará al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que permanecerá inalterado, salvo nuevas posibles alzas. Por tanto, también la hora trabajada valdrá más para quienes perciban este salario.
- La medida se aplicará de forma progresiva: se reducirá la jornada máxima semanal en 1,5 horas durante 2024, hasta llegar a la jornada laboral de 38,5 horas semanales, pasando a las 37,5 horas semanales en 2025.
En cómputo anual, se trabajará un total de 150 horas menos al año, pasando de las 1950 actuales a las 1800. Habría que esperar a conocer los detalles de este cambio para valorar cómo afectará a la gestión de nóminas.
Una vez transcurrido este periodo y finalizado el proceso, tocaría constituir una mesa de interlocutores sociales con el fin de evaluar los resultados y, en su caso, avanzar hacia una mayor reducción de la jornada, eso sí, teniendo en cuenta las características de cada sector, así como la evolución de la productividad y las distintas circunstancias económicas.
Esta medida se engloba en una tendencia generalizada a nivel internacional hacia una reducción de la jornada laboral. En nuestro país, el Estatuto de los Trabajadores (ET) marca una jornada laboral semanal máxima de 40 horas, si bien ya existen determinados convenios colectivos en los que se ha reducido de forma voluntaria la jornada máxima semanal.