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Fiscal, Contable y Nómina04 octubre, 2022

La automatización del trabajo: ¿oportunidad o amenaza?

Cuando pensamos en el conductor del taxi que nos recoge en el aeropuerto o en el recepcionista encargado de hacer el check-in en el hotel, automáticamente atribuimos a estos profesionales determinadas características que consideramos indispensables para el desarrollo de su actividad laboral: amabilidad, eficiencia, servicio… Pero, ¿necesitan ser humanos? Con el actual proceso de automatización del trabajo, quizás ya no.

Todo indica que no estamos tan lejos de ser testigos de escenas más propias de una película de ciencia ficción. No en vano, hoy en día nos encontramos inmersos en un mundo en el que el proceso de transformación digital está modificando considerablemente la naturaleza de los puestos de trabajo y el desarrollo de las empresas, y al mismo tiempo diseñando los trazos de su esquema de negocio futuro.

La influencia de la robótica en la transformación del empleo

En consecuencia, ya son notables los numerosos cambios resultantes en el mercado del trabajo: procesos de producción optimizados, tareas automatizadas. Esta nueva era de la automatización, ¿supone una oportunidad o una amenaza para generar nuevos puestos de trabajo? ¿Pueden las máquinas convertir a los humanos en seres irrelevantes?

robot de producciónHay que partir de la base de que la automatización y la innovación tecnológica responsable generan empleos, ya que surgen nuevos productos y procesos que requieren de la presencia humana para salir adelante. Automatizar consiste principalmente en facilitar que los trabajadores se centren en las actividades cualificadas, dejando las no imprescindibles.

La realidad presente es que, gracias a la aceleración del avance tecnológico, estamos asistiendo a un periodo en el que los puestos de trabajo se están reinventando y en el que resulta necesario contar con un talento adecuado que se adapte a esta tecnología transformadora. Además, las organizaciones están implementando la robótica como medio para aumentar la productividad y la rentabilidad, así como mejorar la experiencia del cliente. Y esto hace que los profesionales tengan que ir adquiriendo nuevas habilidades y adaptándose a estas máquinas cada vez más competentes que los acompañan en el lugar de trabajo.

El robot de hoy en día, una máquina capaz de tomar decisiones

Es muy probable que tengamos una idea distorsionada de lo que un robot es capaz de hacer, en parte gracias a las múltiples referencias cinematográficas que nos los han presentado como artilugios mecánicos dotados de raciocinio. Sin embargo, ajustándonos más al contexto actual, son meras máquinas hacedoras programables, capaces de realizar trabajos de forma monótona. Lo cierto es que ya están aquí, han venido para quedarse, y su crecimiento parece imparable.

Y como todo, el mundo de la robótica también ha tenido una evolución. En sus orígenes, los primeros robots fueron creados para realizar movimientos repetitivos y llevar a cabo las labores más duras dentro del sector industrial. Hoy en día, tenemos entre nosotros sistemas de inteligencia artificial más sofisticados y avanzados, capacitados para realizar tareas más precisas, y que se están erigiendo como los protagonistas de esta nueva revolución.

Las habilidades humanas garantizan la empleabilidad

A pesar de los datos -en la actualidad, entre un 30% y un 40% de los procesos que se ejecuta dentro de una empresa puede ser automatizado por robots-, según muchos expertos debemos ser optimistas y no pensar inmediatamente en un posible remplazo de las personas. Aunque es difícil anticiparse al futuro, si lo analizamos con perspectiva, podemos vislumbrar un incremento de los roles “técnicos”, aunque algunas soft skills parecen empezar a mostrarse como necesarias. Habilidades como la creatividad, la inteligencia emocional, la flexibilidad o la empatía son cualidades socioemocionales que los robots nunca serán capaces de suplir y que por tanto ya están posicionando a los humanos con ventaja.

Por esta razón, no podemos hablar de máquinas que sustituyen trabajadores, más bien de aliados que trabajan junto a las personas y mejoran la competitividad empresarial. Y es a través de esta colaboración que los seres humanos y la inteligencia artificial pueden potenciar los puntos fuertes de cada uno: la capacidad de liderazgo, trabajo en equipo y habilidades sociales de la mano de obra, así como la rapidez, capacidad de carga y programabilidad de las máquinas.

El impulso de la automatización del trabajo por sectores

Aunque con diferente grado de desarrollo, se puede decir que la automatización ya está presente en todos los sectores. Por ejemplo, el 90% de la fabricación de automóviles ya está robotizada; en el sector bancario ya están implementando los fintechs, entidades puramente digitales enfocadas a traer unos clientes específicos y que han experimentado un gran crecimiento durante la pandemia; o en el campo de los seguros, donde, a pesar de que muchos clientes siguen prefiriendo el trato personalizado para contratar sus pólizas, están utilizando APIs y análisis en la IA para ayudar a los agentes y corredores en su asesoramiento de clientes.

Especial atención merece la automatización en el mundo del marketing, donde sí es considerado un medio fidedigno para atraer más clientes potenciales. Y lo consiguen gracias a procesos de automatización de marketing basados en establecer un contacto directo y exclusivo con los leads de un negocio. De esta forma, las empresas consiguen segmentar a los usuarios en función de su intención de compra para enviar los mensajes oportunos en el momento justo.

La inteligencia artificial, el aval del futuro

Lo que tendrá un impacto mayor en los años venideros será la inteligencia artificial, porque desaparecerá un gran volumen de las tareas repetitivas. Y esto mejorará enormemente las condiciones de vida de los empleados. Asimismo, existen pronósticos muy fiables que sitúan a las máquinas realizando más tareas que los humanos en 2025.

En definitiva, la robotización ya se ha instalado en el mercado laboral. Y a su vez está cambiando las reglas del juego. La aparición en los Recursos Humanos de estas novedades y tendencias implica nuevas respuestas. Una revolución que nos impulsa a transformarnos. Hagamos lo que hagamos, y operemos desde donde operemos, el propósito de las empresas debe ser: hacer que el futuro funcione para todos.

jorge santamaria
Director Regional de Spring Profesional
Jorge Santamaría es Licenciado Psicología de empresa, Máster en Dirección de Recursos humanos. Actualmente es Director Regional de Spring Profesional, Consultora de selecciñon de mandos intermedios y directivos. Tiene una amplia a experiencia en desarrollo de negocio y dirección de equipos de consultoría.
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