El pasado 16 abril tuve la oportunidad de participar como keynote en el Talent Attraction & Engagement Day, de Equipos & Talento. Fue una sesión moderada por Victoria Miravall, Payroll & HCM Product Strategy Director de Wolters Kluwer Tax & Accounting, en la que abordamos temas clave para los departamentos de recursos humanos y talento: ¿cuál es el impacto de la tecnología en la sociedad y en las empresas? ¿Y en los departamentos de recursos humanos? ¿Cuál es el rol de estos últimos como punta de lanza? ¿Por qué es tan importante la gobernanza del dato? ¿Cuáles son las principales recomendaciones a la hora de adoptar tecnologías de inteligencia artificial, y cómo hacerlo de forma confiable y responsable?
A continuación comparto mis respuestas a esta preguntas, la mayoría de las cuales abordé durante el HR Tech Day:
- Impacto social integral
- Innovación, tecnología y transformación empresarial
- La gobernanza del dato como pilar
- El rol pionero de los departamentos laborales
- Innovación tecnológica y gestión del talento
- Facilitar el crecimiento profesional y el bienestar
- Aprendizajes y recomendaciones ante la IA
Impacto social integral
La digitalización de nuestra cotidianeidad ha venido dada por la confluencia de la conectividad, las plataformas digitales, la inteligencia artificial, la internet de las cosas y , sobre todo, el smartphone como elemento vector. Este dispositivo integra todos esos elementos anteriores se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo, y con él toda una gama de aplicaciones de la llamada economía bajo demanda, incluidas las plataformas de streaming, entretenimiento, socialización, restauración… Lo quiero, lo pido, lo tengo. Todo está ahí, en ese pequeño dispositivo que nos conecta a todo y a todos, en todo momento.
La pandemia de COVID-19 aceleró esta transformación, y mostró lo mejor y lo peor de ella: pudimos mantenernos unidos a nuestros seres queridos, teletrabajar, estudiar, disfrutar del ocio online, compartir momentos de soledad… y también nos hicimos más dependientes de la conectividad y del smartphone, y se exacerbó el estrés digital.
El impacto ha sido integral. Buena parte de nuestra vida se ha virtualizado, y ha cambiado en buena medida nuestros hábitos, aumentando nuestro tiempo de pantalla y nuestras formas de comportarnos, relacionarnos, consumir, trabajar, aprender… para lo bueno y para lo malo, nos hemos digitalizado. Los malos actores también lo han hecho: el segundo delito más denunciado en España son las ciberestafas.