El bienestar de los empleados abarca varios aspectos que van más allá de lo puramente laboral, como el bienestar físico y emocional, el bienestar social y familiar, y el bienestar financiero. Cada uno de estos ámbitos es fundamental para el bienestar integral de una persona, pero su importancia varía de acuerdo con la percepción individual. Por esta razón, la gestión del bienestar dentro de las organizaciones debe ser holística e integral, abarcando todos estos aspectos de manera equilibrada.
Entre estos componentes, el bienestar financiero ha adquirido una importancia significativa en los últimos años, ya que afecta directamente la salud emocional y laboral del empleado. Según datos del INE de 2022, el 56% de los trabajadores vive al día, con un umbral de resistencia financiera menor a 30 días. Esto significa que más de la mitad de los empleados no tiene capacidad para hacer frente a un imprevisto económico importante, lo que genera una fuente constante de estrés financiero.
La Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos (CFPB) define el bienestar financiero como "el estado en el que las personas mantienen control sobre sus finanzas diarias, lo que les permite resolver impactos económicos a corto plazo, y tener la libertad financiera necesaria para disfrutar de la vida sin estrés económico". Esta definición resalta dos elementos clave: control y autonomía. Es decir, un empleado que cuenta con las herramientas y el conocimiento para gestionar adecuadamente sus finanzas tiene más capacidad para evitar el estrés y, como consecuencia, puede concentrarse mejor en su trabajo y en su desarrollo profesional.
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El estrés financiero es una de las principales causas de preocupación en los empleados, afectando a más personas que muchas enfermedades físicas juntas. Esta afección provoca ansiedad y tensión nerviosa de carácter permanente como consecuencia de los problemas económicos, lo que afecta a la productividad y el rendimiento de los trabajadores/as. Los empleados que viven con esta presión no solo experimentan una disminución en su bienestar general, sino que también sufren un impacto 3 negativo en su productividad laboral. La ansiedad por las finanzas personales puede interferir en la capacidad de concentración y toma de decisiones, incrementando el ausentismo y el agotamiento mental.
En el estudio de bienestar financiero de Hastee 2023, pone en evidencia como el estrés financiero ha provocado alteraciones físicas y emocionales en el 56% de los trabajadores, que se han visto afectados tanto a nivel personal como en el entorno laboral. Un 20% ha sufrido alteraciones del sueño, otros manifiestan haber sufrido problemas psicológicos (20%) y físicos (10%), y un 14% ha reconocido padecer estrés, e incluso llegar a enfermar (4%). Además, un 11% reconoce que el estrés financiero le ha generado dificultades a la hora de concentrarse y ser productivos en el trabajo, siendo los jóvenes entre 18 y 34 años quienes más lo han notado (73%).
Para las organizaciones, apoyar a los empleados en la gestión de su bienestar financiero no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino una inversión estratégica. Ofrecer programas de educación financiera, asesoría para la planificación financiera o incluso soluciones que permitan acceder a créditos o adelantos salariales en condiciones favorables son acciones que pueden marcar una diferencia sustancial. Estas medidas no solo reducen el estrés financiero, sino que también mejoran el bienestar emocional de los empleados y, con ello, su compromiso y productividad en el trabajo.
Los empleados con un mejor control sobre sus finanzas personales experimentan menores niveles de ansiedad, lo que contribuye a un entorno laboral más saludable y productivo. Las empresas que invierten en el bienestar financiero de sus trabajadores están fomentando no solo la estabilidad económica de sus empleados, sino también su satisfacción y lealtad hacia la organización.
Soluciones prácticas para mejorar el bienestar financiero de los empleados
El bienestar financiero es un aspecto crítico del bienestar integral de los empleados y su impacto en la productividad y satisfacción laboral es innegable. Las empresas tienen un papel fundamental en apoyar a sus empleados para que gestionen mejor sus finanzas personales y, con ello, reducir el estrés financiero que afecta su rendimiento y bienestar. A continuación, se identifican algunos de los problemas más comunes relacionados con el bienestar financiero de los empleados y las soluciones que las organizaciones pueden implementar para enfrentarlos.
- Asincronía entre cobros y pagos del día a día
Problema: Los empleados a menudo enfrentan desafíos financieros debido a la falta de sincronía entre sus ingresos (cobros) y sus gastos diarios, lo que puede generar tensión financiera y, en algunos casos, hacer que el empleado tenga que financiar a la empresa al cubrir gastos laborales con su propio dinero.
Solución: Dotar de liquidez y flexibilidad financiera. Las empresas pueden ofrecer adelantos salariales o herramientas de pago flexible que permitan a los empleados acceder a una parte de su salario antes de las fechas de pago regulares. Esto alivia la presión financiera y asegura que los empleados puedan hacer frente a sus necesidades cotidianas sin endeudarse.
- Falta de control sobre las finanzas y toma de decisiones incorrectas
Problema: Muchos empleados carecen de una formación adecuada en finanzas personales, lo que provoca que tomen decisiones financieras equivocadas, ya sea gastando más de lo que pueden permitirse o no planificando adecuadamente sus ingresos y ahorros.
Solución: Mejorar los conocimientos financieros básicos. Las empresas pueden ofrecer programas de educación financiera que incluyan asesoramiento sobre presupuestos, ahorro, gestión de deudas y planificación financiera a largo plazo. Este tipo de iniciativas capacitan a los empleados para que tengan un mejor control de sus finanzas, reduciendo el estrés asociado y mejorando su calidad de vida.
- Endeudamiento y elevados costes financieros
Problema: El uso excesivo de tarjetas de crédito, préstamos personales con altos intereses o productos financieros complejos (como las tarjetas revolving) puede llevar a los empleados a endeudarse a costes elevados, lo que incrementa su ansiedad financiera y les deja en una situación de vulnerabilidad económica.
Solución: Fomentar la capacidad de ahorro y previsión. Las empresas pueden colaborar con instituciones financieras para ofrecer productos de ahorro y planes de previsión con condiciones ventajosas. Además, pueden incentivar el ahorro a través de programas de aportaciones a
planes de pensiones o cuentas de ahorro para emergencias, ayudando así a los empleados a construir un colchón financiero que les permita afrontar imprevistos.